Noche de color, arte objeto, barcos y libélulas…. Hurí, Hilda y Tita….
Hace unos días celebramos en Casa Mediterráneo una colección de pinturas bastante interesantes y digo celebramos, pues en cada acontecimiento plástico, el júbilo debe estar presente. La pintura es una forma de comunicación, tiene su lenguaje propio basado en los puntos, la línea, la perspectiva, los colores, las simetrías y asimetrías, las texturas, figuras o ausencia de éstas, donde obvio predominará la abstracción. Luego entonces en cada presentación los pintores van dejando un pedazo de piel… y de sí mismo, nos hablan de sus estados de ánimo y desánimo…y el espectador es un receptor amigable o no, pero casi siempre dispuesto a urgar sobre el contenido de una obra o propuesta….
De este modo, si usted además gusta de yantar buenos platillos, le sugerimos una visita a Casa Mediterráneo ubicada en la zona conurbada.
Se puede empezar en la planta alta con una entrada muy fresca, a través de un recorrido visual muy pop a la guisa de Tita Caracas anfitriona es este restaurante, pues ella incursiona en el terreno plástico con arte objeto y piezas polípticas en versión comics a lo Lichteinten. Continuaríamos con un segundo tiempo comiendo platillos a base de frutos de la estación con una ventana al mar, donde en un muelle cercano se observan pelícanos para terminar con agasajo exótico de delicias marinas donde peces semejantes a mariposas, tiene escamas de rojo-sol y verde jade como poema maya u ofrenda de libélula a espesa selva.
¿Quiere usted dilucidar quienes son estas pintoras? Hay una pista, sus apellidos son Barjau, Verde, Caracas, arme usted su propio menú y súbase al barco de la imaginación de tres mujeres, unidas al Mediterráneo por medio del Golfo de México.
