Opinión

Linchamiento mediático de Mamá Rosa

Por Ricardo Homs


Enrique Krauze, Lydia Cacho, Alberto Ruy Sánchez, Rafa Márquez, Jean Meyer, el premio nobel, Jean Marie Le Clézio, Elena Poniatowska y la sociedad zamorana, -entre otras figuras de gran credibilidad-, dan apoyo a Mamá Rosa en referencia al caso del orfanatorio La Gran Familia.
Sin embargo, los conductores de noticieros televisivos la presentaron como criminal antes de que hubiese una investigación seria y profunda por parte de las autoridades. El daño moral a Mamá Rosa es inmenso. No sé si a final de cuentas ella es culpable de algunas irregularidades o incluso delitos, pero es incuestionable que no es justo juzgarla “a priori”, ni a ella ni a nadie.
La primera información que se dio por TV era que los niños estaban secuestrados y se les obligaba a pedir limosna. Ya no han vuelto a mencionar esto que realmente es gravísimo y podría ser considerado “trata de personas”. ¿Y si esta práctica fuese como las campañas de búsqueda de recursos, similar a la que hace el Ejército de Salvación, -con la imagen de la institución por delante- y se tergiversó el hecho para que pareciese explotación?.
¡Qué mal se vió la televisión olvidando un principio básico del periodismo que es investigar antes de dar juicios de valor!.
El derecho al proceso justo ¿no aplica a los medios de comunicación que linchan antes de investigar?. A final de cuentas un linchamiento mediático presiona a las autoridades a juzgar a priori para cubrir las expectativas del público que como en el foro romano, -guiados por el deseo del césar-, condenaban a quienes eran el centro del espectáculo sólo por agradar al público. “Pan y circo” parece ser el juego mediático. Manipulación de la información en busca de rating.
¿No que los teatros policiacos de Genaro García Luna, con montaje para televisión eran cosa de otras administraciones?. Parece ser que siguen repitiendo el mismo modelo de fabricación de noticias. Un operativo con ejército y policía federal, donde con toda seguridad sabían que no había gente armada, -puesto que la PGR ya llevaba varias semanas investigando-, parece tener como objetivo llamar la atención y generar una gran noticia. Violencia innecesaria.
Se toparon con pared autoridades y medios de comunicación cuando personalidades de gran credibilidad levantaron la voz para pedir cordura ante el linchamiento mediático.
Sin embargo, si Mamá Rosa no tuviese las amistades políticas y el afecto de líderes de opinión que hoy levantan la voz a su favor… ¿dónde estaría ella? Seguramente en la cárcel y exhibida como delincuente, recibiendo en pago a varias décadas de filantropía una lapidación púbica.
Ahora se le cuestiona falta de higiene y hacinamiento en sus instalaciones, ¿eso es un delito?... o más bien ¿no será parte de la falta de recursos a la que se enfrentan las instituciones filantrópicas totalmente civiles?
Las cárceles federales y estatales, -que sí reciben dinero público y en grandes cantidades-, son un chiquero y todos lo sabemos y lo ignoramos. Ya debiesen estar en la cárcel todos los directivos de las cárceles federales y estatales que maltratan a los presos y lucran con ellos. Otra vez el trato inequitativo de nuestras autoridades judiciales.
Exagerados o no los métodos correctivos para educar utilizados hasta no hace muchos años, eran similares. ¿Hasta dónde la acción disciplinaria en una institución debe ser considerada exagerada y dónde empieza el delito?. Conviene definir esto con más claridad.
Mamá Rosa ha sido exonerada igual que dos de los detenidos que tienen igual apellido que ella. Sin embargo, las dudas persisten y está claro que en este país hay crisis de credibilidad desde hace mucho tiempo, pues la información se manipula por parte de las autoridades y muchas veces los medios masivos de comunicación, -al convertir ésta en noticia-, le dan un toque emocional que distorsiona la percepción.
Muchas dudas deja este caso del albergue La Gran Familia, que por falta de credibilidad, -en grado crónico-, en las autoridades, seguramente quedarán sin despejarse.
Seguramente acorraladas las autoridades darán carpetazo a este asunto, -dejando en la cárcel a los empleados y exonerando a Mamá Rosa-, más para evitarse problemas, que por el interés genuino de impartir justicia “de verdad”.
Y los conductores de noticieros, -que ya manejaban un caso de alto impacto, de explotación infantil y trata de personas-, callarán sin dar explicación, esperando que dentro de unos días se nos olvide este asunto.
Sin embargo, las dudas ahí quedarán vivas porque la justicia es lo que menos importa… lo fundamental para los funcionarios públicos de este país es evitarse problemas que dañen su imagen y su carrera política.