Cuando el estrés te agobia, y la vida se vuelve abrumadora, es el momento de hacer un cambio. ¿Lo más difícil?.. ¡EMPEZAR!
"Estrés", "demandas", "presión". Estas son las palabras repetitivas que se presentan durante mis talleres con empresarios, directores generales, ejecutivos, líderes, y más aún en el deporte.
Dado que el estrés no discrimina, la mayoría de las personas han experimentado la sensación como si hubieran perdido el control en una situación de estrés, donde las demandas incesantes se vuelven abrumadoras.
Para recuperar tu vida de esta presión, ofrezco un sistema poderosamente simple. El primer paso es hacerse estas tres preguntas:
¿Qué tengo que parar?
¿Qué te mantiene atorado? Tal vez necesitas dejar de trabajar las 24 horas del día. Tal vez necesitas dejar de comer alimentos poco saludables, abandonar un mal hábito o alguna relación tóxica. Tal vez necesitas dejar el pensamiento mágico o esperar a alguien para hacer que tus problemas desaparezcan.
Identifica las cosas que no están funcionando, y acepta el reto de detenerlas. Cuando dejas las tareas sin sentido, las relaciones infructuosas, el ajetreo, haces espacio para dar cabida a las cosas que están más en sintonía con lo que realmente quieres.
¿Qué necesito para empezar?
¿Qué mejoras tienes que agregar a tu vida? Tal vez necesitas tiempo para reflexionar, añadir tiempo para los amigos o de más tiempo para realizar actividades que son importantes para ti. Cuanto más comienzas a darte a ti mismo lo que quieres y necesitas, menos estrés sentirás. Empieza a encontrar formas de darte más a ti mismo.
Identifica las acciones y prioridades que alimentan tu visión. Si es necesario, pasa tiempo en una profunda reflexión o meditación, para descubrir lo que es. Luego, empieza a implementarlas hoy.
¿Qué necesito hacer más?
Cuando ya estás abrumado, más de cualquier cosa puede sonar como la última cosa que quieres. Pero hay cosas que todos necesitamos más: la gratitud, el amor, el respeto, la confianza, la conexión, el significado.
Cuanto más se cultivan las cosas que te hacen sentir bien, las cosas que te llenan, menos espacio tendrás para el estrés y sentirte abrumado. Es así de simple.
Sentirse abrumado es la forma de vida de decirnos que es hora de frenar, para hacer un balance.
Siguiendo estos sencillos pasos, cuando la vida comienza a girar fuera de control, podrás guardar lo que realmente te importa, a estar bajo control. Y cuando afinas lo que realmente importa, puede manejar cualquier cosa que se te presente.
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