Opinión

Detalles Prehispánicos: Enriqueta Aguirre

Por Ivonne Moreno


 

 

Exposición en la casa “Salvador Díaz Mirón”

¿Cuántas veces no hemos admirado las deidades prehispánicas en  formas de alebrijes, seres mágicos o antropomórficos?

Olmecas, totonacas, zapotecas, mayas, mexicas por citar las más destacadas culturas ancestrales mesoamericanas están presenten en la cosmogonía de las vidas de los mencionados grupos sociales bajo la forma de perros, colibríes, guajolotes, murciélagos, armadillos todos  revestidos de propiedades ultra terrenales y dispuestos a conceder favores o castigos a quienes los invocan, a veces son protectores, otras símbolos verdaderos de la identidad del grupo social en cuestión como el jaguar para los Habitantes de la Región del Hule o el Chapulín ( Chapultepec) para los aztecas.

Abrazada al código de la creencia y la idolatría Enriqueta Aguirre (egresada de los Talleres Libres de la UV  y del Taller de  Máscaras de la Escuela Municipal de Artes Plásticas) exhorta con su imaginación al goce de un bestiario visual.

Las criaturas fantásticas  pintadas en fondos circulares, bien pueden ser la alusión a los astros: el sol, la luna pues  la fijación por el círculo en diversas civilizaciones, era sagrada, por ser indicio de vida: la gestación ( vientre femenino)  también es redondo, dando dos elementos importantes en los enunciados de Enriqueta: el hombre es un ser terrenal pero también alado.

Detalles Prehispánicos puede ser un acercamiento a las glorias pasadas inmortalizadas en estelas, urnas,  figurillas de barro, de obsidiana,  de jade, onix o el acto lúdico de permitirnos ingresar al pasado  a través de un recorrido onírico por  La Venta, el Tajín, Uxmal, Teotihuacán o Paleque o quizás la invitación permanente a gozar de los placeres ofrendados por el arte.