Opinión

Corrupción… ¿asunto cultural?

Por Ricardo Homs


 

Que la corrupción tiene un alto componente cultural, es innegable porque moldea de modo inconsciente nuestra percepción. La cultura tiene que ver con la vida cotidiana de un país o región.

Sin embargo, también es incuestionable que la solución está en la estructura gubernamental. Sólo desde el poder, -si hubiese voluntad política-, se pueden erradicar estas prácticas dañinas para la moral pública.

El presidente Peña Nieto, en un discurso que ofreció hace dos o tres meses, calificó a la corrupción como un tema cultural, con lo cual se transfiere a la sociedad mexicana la responsabilidad de combatir y erradicar esta problemática.

Esto es válido, pero representa el camino largo y un país como México, -con los ánimos exacerbados-, no puede resolverlo de este modo. El atajo está por el ámbito gubernamental y se resuelve desde el ámbito jurídico, creando mecanismos que dificulten los arreglos entre personas y por otro, encarecer estas prácticas al grado de que no sea rentable sucumbir a la tentación.

Tan es un asunto gubernamental, que es reflejo de un deficiente sistema que se remonta a las prácticas partidistas de selección de candidatos.

Para llegar a una candidatura electoral, es necesario que el militante que aspira al cargo financie con recursos propios las actividades promocionales previas a la nominación, por lo cual el aspirante debe comprometerse con patrocinadores que aportarán esos recursos económicos, de forma tal, que cuando llegan al cargo a través una elección exitosa, llegan comprometidos a pagar los favores, la ayuda y el financiamiento, lo cual, -a final de cuentas estimula la corrupción.

De este modo, nuevamente vemos que la corrupción debe combatirse desde el ámbito gubernamental. Por ello en México un cargo público de alto nivel y adquirido por la vía del voto, se considera un negocio.

 La corrupción, -por los altos niveles de exigencias de los funcionarios que la practican-, se ha convertido en asunto prioritario.

El Premio Alemán de Periodismo, Walter Reuter, escogió el tema “corrupción” para evaluar y premiar a los mejores artículos sobre este tema.

Las elecciones intermedias del 2015 estarán marcadas por el impacto del fastidio ciudadano respecto a la corrupción.

Por tanto la corrupción es un asunto que nace en el ámbito ciudadano de los valores morales, pero se resuelve con disciplina y voluntad política y se sustenta en el ejemplo.