Opinión

¡Sé tan bueno que no te puedan ignorar!

Por Roberto Matosas


He estado leyendo el libro So good they can’t ignore you. Why Skills trump Passion in the Quest for Work you love  (Tan bueno que no te puedan ignorar. Por qué las habilidades atrapan a la pasión en la búsqueda del trabajo que amas), de Cal Newport. Elogiado por Daniel Pink, Seth Godin y Kevin Kelly.

Newport considera que esto de “sigue tu pasión” (otros lo llamarían “el elemento”) es peligroso, potencialmente frustrante y falso. Sigue el consejo del cómico Steve Martin, que en una entrevista de 2007 recomendó que seamos tan buenos en lo nuestro que la gente no nos pueda ignorar. Es la llamada “mentalidad del artesano” (en realidad, la mentalidad del artista, que es mucho más) y no la “mentalidad de la pasión”. ¿Cuál es la diferencia? En la de la pasión, te planteas qué puede hacer el mundo por ti; en la del artesano, qué puedes hacer tú por el mundo (como en la famosa cita de Kennedy).

Cal Newport nos ofrece cuatro reglas:

1. No sigas tu pasión. “Sigue tu pasión es un consejo peligroso”. Sí, Steve Jobs lo dijo en su discurso de Stanford, pero no es lo que hizo para encontrar el éxito. La pasión es rara (no se encuentra fácilmente), lleva tiempo y suele ser el efecto lateral de la maestría (Cal nos recuerda el libro de Dan Pink, La sorprendente verdad sobre qué nos motiva, y los tres motivadores internos: autonomía, maestría y propósito). La pasión es peligrosa (hay mucho desgraciado por ahí).

2. Sé tan buen@ que no te puedan ignorar. Es “la claridad del artesano”. La expuso Steve Martin en su biografía Born Standing Up (un juego de palabras entre Nacido de pie y el Stand up comedy, el club de la comedia) y en la entrevista en el show de Charlie Rose (2007). Él mismo innovó sobre el tipo de comedia que se hacía hasta entonces. Es poner el foco en hacerlo mejor que los demás (“algo que la audiencia huele”, dice Steve Martin). Tener mentalidad de artesano es el pilar para una carrera de éxito. Newport lo llama “el poder del Career Capital” (el Capital Carrera, en realidad el Talento). Un gran trabajo se define por ser especialmente creativo, de impacto y control (la libertad para marcar la pauta). ¿No son de nuevo el propósito, el dominio/maestría y la libertad/autonomía propuestos por Pink como “motores internos”, me atrevo a opinar. “Son rasgos que hacen un trabajo valioso”, escribe Cal. Pues eso, es talento. Cuidado con tener trabajos indistinguibles, de poco o nulo valor para el cliente y con gente que no te gusta nada. Los “career capitalists (capitalistas de sus carreras profesionales, esto es, talentistas) invierten al menos 10.000 horas de “práctica deliberada” (K. Anders Ericsson) o 10 años (Neil Charness, psicólogo de la Universidad del Estado de Florida, para los grandes maestros de ajedrez, en una investigación de 2005). Los cinco hábitos del artesano son:

•             decide en qué mercado (de talento) te metes,

•             identifica tu capital (tu propio talento inicial),

•             define qué es ser bueno (la excelencia),

•             ajusta y destruye (como nos ha enseñado Geoff Colvin, de la revista Fortune, “deliberado” muchas veces es lo opuesto a “entretenido”) y

•             sé paciente (la diligencia es esencial).  

3. Tira la promoción. Es el elixir del “empleo soñado”. Cuando te lo trabajas mucho, tienes una especial sensación de libertad (de empleabilidad, diríamos otros). El llamado “control” es dar poder a las personas para que dirijan sus vidas; pero cuidado, si están poco preparadas y/o comprometidas, esa libertad/control/poder será un desastre. Tienes que tener suficiente “capital de carrera” (talento). O la viabilidad financiera proviene de hacer algo por lo que la gente esté dispuesto a pagar. “El dinero es un indicador neutral del valor. Cuando te animas a ganar dinero es que te animas a ser valios@” (Derek Stevens, en una charla de TED de 2010 sobre creatividad y liderazgo). Si no tienes evidencias de que los clientes están dispuestos a pagar por lo que haces, muévete a otro sitio.

4. Piensa en pequeño y actúa en grande. Es el poder de una misión unificada. Las misiones (a lo que nos dedicamos) requieren de capital y de pequeñas apuestas, para llevar las ideas a la práctica. Y por supuesto necesitan marketing. Es la “ley de la notoriedad” (remarkability): “O eres notorio o eres invisible”, Seth, La vaca púrpura, 2002). Para que un proyecto basado en una misión tenga éxito, debe encontrar clientes que lo recomienden, y debe lanzarse desde plataformas que lo permitan.

Un libro muy interesante, que refuerza los conceptos principales del paso hacia el talentismo. Cal Newport empezó en otoño de 2010 a investigar qué diferenciaba a las personas que tenían éxito. Por supuesto, el éxito no es por casualidad.

CONSTRUIR FUTUROS

En la vida hay dos clases de personas: las que destruyen y las que construyen. José Vasconcelos

Creencias

Creemos que cada persona tiene un poder latente dentro.

Despertado, este poder tiene el potencial de transformar la vida de un individuo, comunidad, empresa y país.

Creemos en promover a la persona a su máximo potencial mediante la creación y conducción del cambio interno. Creemos en el cambio desde dentro para inspirar el cambio fuera y hacer de la gente todo lo que ellos pueden llegar a ser.

CONSTRUIR FUTUROS es un compromiso de tocar las vidas de las personas y mejorarlas.

Tenemos una responsabilidad hacia el avance de la gente en el liderazgo y la innovación.

 

matosas@hotmail.com