Opinión

Preguntas esenciales

Por Ramón de la Peña


 

Me llamó mucho la atención un artículo que apareció el miércoles 26 de noviembre en El Financiero, escrito por Blanca Heredia, titulado: Preguntas (en medio de la crisis) en el cual nos menciona 31 preguntas relacionadas con la crisis que tenemos en nuestro país.

De estas preguntas seleccione 10 para presentárselas a ustedes para su reflexión en este fin de año, pues para mí son las preguntas esenciales que debemos de responder y, sobre todo, buscar una solución al problema que describen, sin duda tendríamos un mejor futuro, un mejor 2015 si implantamos acciones para solucionar los problemas que se mencionan en las 10 preguntas de Blanca Heredia.

1. ¿En qué momento los efectos de vivir con una frontera tan borrosa entre lo que está bien y lo que está mal se nos fueron de control? Para mi es claro que al paso del tiempo los límites de nuestro comportamiento en cuanto a ética y valores se han corrido hacía los malos comportamientos y los malos hábitos.

2. ¿Cuándo nos empezó a parecer -a todos y no solos a las elites a las que México les ha parecido siempre poco- que el país era un asco completo? y lo ratifica con otra pregunta: ¿De verdad nos merecemos las elites que tenemos?; ¿Que tanto se podrán mirar al espejo nuestras élites?

3. ¿Porque permitimos tanta impunidad, y que perderíamos si dejáramos de permitirla?

4. ¿Podemos siquiera imaginar unas élites políticas y económicas distintas en... México?

5. ¿Sabemos adónde vamos y que cosa queremos colectivamente más allá de las frases hechas?

Posible convivir entre nosotros sin tantísimas mentiras y faltas de respeto cotidianas?

7. ¿Seremos capaces alguna vez de soltar el victimismo, los complejos, las excusas y los atajos que usamos todos los días para permitirnos cualquier cosa?

 8. ¿Dónde termina la culpa estruendosa y empieza la responsabilidad (esa que si cuesta)

9. ¿Qué perderíamos (Cada uno de nosotros) con el tránsito hacia un país menos escandalosamente desigual en todos los planos?

10. ¿Seremos capaces de construir un país más justo, grande y generoso, sin olvidar de dónde venimos, tendremos el valor y la fuerza para hacer de esta crisis, ocasión para exigir y hacer todo lo necesario para parar ya tanta violencia y tanta impunidad, para -de verdad- relacionarnos los unos con los otros como iguales (con los mismos derechos básicos fundamentales), para darle nombre a aquello que nos une y ponernos a construir una colectividad que sea un barco para todos y no solo para unos cuantos?

Sin olvidar añadiría yo, que los que más sabemos, tenemos y podemos tenemos la obligación ética y moral de participar con acciones y programas para ser capaces de construir un país más justo, grande y generoso. Recuerden el mensaje de la filosofía básica cristiana: Nadie puede amar a Dios a quien no ve si no ama a su prójimo a quien si ve. Sobre todo el que menos tiene, puede o sabe.

Que tenga un excelente año estimado lector.