Opinión

Como todo en la vida vale la pena luchar por...

Por Roberto Matosas


1.    Grandeza personal.
Objetivos fáciles no existen. Una meta es un punto de logro que requiere esfuerzo y sacrificio. No hay empresas estimadas de valor en las que participemos que no requieren un cierto nivel de esfuerzo y lucha.
Dentro de unas décadas, cuando estés descansando en tu lecho de muerte, no te acordaras de los días que fueron fáciles, apreciaras los momentos en que te elevaste por encima de las dificultades y las altas metas conquistadas. Vas a soñar con la fuerza que encontraste dentro de tí mismo que te han permitido lograr lo que antes parecían imposibles.
No hagas lo que es fácil, haz lo que eres capaz de hacer.   Asómbrate con tu propia grandeza.
2. La honestidad y la verdad.
La transformación personal y el crecimiento pueden ser muy gratificantes, pero sólo cuando el proceso de cambio se basa en la honestidad y en la verdad. Cuando no estás siendo auténtico con alguien o en alguna parte de tu vida, cualquier intento de transformación conduce, eventualmente, a la ira y a la frustración. La verdad siempre regresa lentamente hacia ti, además no cesa de existir cuando la ignoras.
Ser falso acerca de cualquier aspecto de tu existencia poco a poco cava un hueco oscuro en tu alma. La vida simplemente no funciona para ti si no te presentas como tú, como quién eres. La verdad puede no ser fácil de tratar con ella, pero siempre te hará libre. (Leer Los Cuatro Acuerdos del Dr. Miguel Ruiz).
3. Una mente libre de la envidia y celos.
La envidia y los celos son enfermedades costosas, simplemente no se puede ser uno mismo dentro de sus confines. Cuando te entregas a ellas, el precio que se paga es empinado - mal humor, una mente improductiva, un complejo de inferioridad, y la migraña crónica.
Sentir envidia de lo que alguien tiene es como beber veneno y esperar que de alguna manera tu situación mejore. Del mismo modo, tus celos te derriban de la vida real. En lugar de devastarte a ti mismo con contemplaciones de cosas que no tienes o no quieres que sucedan, piensa por un momento en lo mucho que tienes, lo que quieres en el futuro, y lo que puedes hacer ahora mismo para avanzar con las realidades a las que te enfrentas.
4. El cambio positivo.
En absoluto puede ser muy atractivo cuando estás en una situación en la que no quieres estar sin la posibilidad de hacer ningún cambio. Sin embargo, el cambio por el bien de cambiar no necesariamente te llevará hacia adelante. Cuando usas tu tiempo y energía para hacer un cambio, asegúrate de que es un cambio que no sólo te va a mover de donde estas, también que te lleve a un lugar mejor.
Al darte cuenta de que necesitas hacer un cambio puede ser una gran fuente de motivación, pero para que esta motivación sea para crear un cambio positivo, debe aplicarse para crear valor. No luches contra lo que no quieres, crea lo que deseas. No castigues a aquellos que te han causado dolor, déjate llevar y céntrate en algo nuevo que alivie el dolor. No te enfoques en lo que está huyendo, da tu atención a las cosas grandes que deseas crear en tu vida.
5. La disposición a aprender de los errores.
Un error no tiene que gobernar tu vida entera, y no puedes a menos que se lo permitas. Esta hora es una hora a estrenar, sin defectos en ella todavía. Piensa en tus errores y aprende de ellos, pero no lleves ese peso encima.
El camino al éxito está lleno de errores. Evitarlos es imposible. Lo que en última instancia va a definir el éxito o el fracaso no será cuántos errores haces, sino cómo los manejas. La conclusión es que todos los errores mueren rápidamente, pero no se puede vivir más allá de lo que conocemos hoy en día si no estás dispuesto a cometer errores y perdonarte a tí mismo por ellos. Lee Alma sin ataduras (en mi próxima aportación comentaré más sobre este libro).
6. La persistencia y la paciencia.
Antes de darte por vencido, piensa en lo desafortundo que sería si los resultados que has trabajado para lograr requieren sólo una pequeña dosis de esfuerzo adicional. Sería muy descorazonador si el tren que has estado esperando llegó cinco minutos después de que saliste de la estación. No sólo el éxito requiere un esfuerzo diligente, también grandes dotes de persistencia y paciencia.
Descansa cuando estés cansado, pero no abandones. Nunca se sabe lo que está a la vuelta de la esquina. Podría ser todo lo que has estado trabajando, o podría ser simplemente otro marcador en la milla de tu viaje. De cualquier manera, cuando empieces a poner un pie delante del otro, un día tras otro, el siguiente paso que tomes será el que te lleve a la meta.
7. El amor verdadero.
No hay alma gemela por ahí que va a resolver todos tus problemas. No hay amor a primera vista que dure sin trabajo y compromiso. Pero hay alguien, o algo por ahí, por lo que vale la pena luchar. No porque sean perfectos, sino porque son imperfectas en todas las formas en que son perfectos para ti. Se complementan mutuamente los errores de una manera que permite que los dos espíritus se unan y operen de forma más eficiente como uno solo.
Sabrás cuando conoces a esta persona, cuando a través de ellas cumples con lo mejor de ti mismo. Leer 1.000 pequeñas cosas.
8. Buena voluntad.
No hay grandeza o paz en la mente cuando traiciones a tu propia voluntad. Apunta siempre hacia una completa sinceridad de tus pensamientos, palabras y obras. Si está mal, no lo hagas. Si no es verdadero, no lo repitas.
Haz lo que haces porque crees que es lo correcto. Haz lo correcto, incluso cuando nadie te está mirando. Sé una de las personas que hacen una diferencia real en el mundo dejándolo un poco mejor y más sano de lo que lo encontró.
¡Sin EXCUSAS MANTENERSE EN LA LUCHA!
¿Cuál es el motivo de estar vivo si no tienes expectativas positivas sobre ti mismo?
¿Quieres mejorar tu vida?
Descubre cómo
¿Quieres prosperar?
Coaching - cursos - talleres - charlas