Opinión

Cuba ¿Regresa al capitalismo?

Por Luis Pazos


Al poco tiempo de llegar al poder en Cuba, Fidel Castro anunció que era marxista-leninista y que implantaría un sistema socialista. Culpó al “imperialismo Yanqui” de empobrecer y prostituir a Cuba.

Castro, siguiendo las enseñanzas del marxismo leninismo, expropió tierras y empresas, las que pasaron a ser teóricamente propiedad del “pueblo”, pero en realidad del gobierno socialista. Las empresas “gringas” fueron expropiadas sin indemnización. Los dueños iniciaron un proceso en contra del gobierno cubano en los tribunales de EUA, fundamento del “bloqueo” a Cuba, que ha servido como chivo expiatorio de las carencias en esa isla. La industria azucarera y las tierras expropiadas a miles de campesinos, que convirtieron al Estado en el único latifundista y empresario, se descapitalizaron. Quienes se oponían al estatismo o socialismo real, los tacharon de “contra revolucionarios”: perseguidos y encarcelados.

Los resultados de esas políticas fueron una reducción paulatina en la inversión, la producción y la calidad de los servicios, entre ellos el turismo, lo que se tradujo en una espiral descendente de los niveles de vida, de los más altos de Iberoamérica antes de la llegada de los Castro al poder. La ayuda económica de la URSS a cambio de concesiones políticas retrasó por muchos años el colapso del régimen cubano. Ante a quiebra del socialismo soviético, los Castro subsistieron gracias al apoyo de un nuevo mecenas, Chávez, de Venezuela; pero ante la quiebra del socialismo Venezolano y la creciente escasez de productos en Cuba por la ineficiencia del monopolio gubernamental en todas las áreas económicas, el heredero de Fidel, su hermano Raúl, empezó a desmantelar las políticas económicas socialistas al privatizar sectores de la economía y abrirlos al mercado.

El más reciente paso del abandono del socialismo en Cuba, después que ese sistema empobreció a generaciones de cubanos, es invitar al satanizado, por los teóricos socialistas, “Imperialismo Yanqui”, como última tabla de salvación para que la familia Castro siga gobernando en nombre del socialismo castrista, que todavía es un modelo de muchos radicales e intelectuales de izquierda para liberar a América Latina de la pobreza y la explotación del capitalismo.