Desde el pasado diciembre pudimos apreciar en la Sala Ida Rodríguez o Sala Oriente una exposición, desde el título sugerente: El Arte que nos une.
Tal exhibición de óleos, esculturas, técnicas mixtas, abstractos iniciaba con el importante pintor español Zuloaga y estableció nexos importantes con sudamericanos destacados además del valenciano Sorolla y los catalanes Dalí y Miró.
¿Cuál es la unión entre estos ibéricos y cubanos como Portocarrero, peruanos como Fernando de Szyszlo y José Tola quién por cierto ya había estado en Veracruz precisamente bajo la administración de Rodríguez Prampolini?
Ello fue lo interesante y curioso del Arte que nos une, permisible a encontrar pintores como el uruguayo Torres García, arquitecto y discípulo de Gaudí y un importante vanguardista como Emilio Petorruti de origen argentino.
Las similitudes pueden ser varias…pero realmente la interrogante ¿nos une?
Tal vez será por las prácticas y costumbres, por los rituales y seguimientos de las tendencias, incluso en pintores extranjeros radicados en México como Leonora Carrington o el alemán Mathías Goeritz notables influyentes de los cambios artísticos de nuestro país o de las loables tallas de Zuñiga, de Cueto y de los retratos de Baz, por citar algunos de los plásticos de Arte que nos une.
Así cada quien obtendrán sus enlaces, sus uniones, pero en definitiva el arte no solo une, dignifica y narra de diversas ópticas y perspectivas sentimientos y características sociales, políticas, económicas e ideológicas de una época.
Los horizontes dentro de la Galería del IVEC invitan a las reflexiones y la admiración creció desde la perspectiva de los espectadores, ávidos de ver otros discursos visuales.
Bien por este conjunto de obra, esperamos ver más de clásicos del figurativismo de los siglos XIX y XX del surrealismo, constructivismo, de la abstracción, pero sobre todo esperamos más oportunidades para los creadores vivos y desde luego los veracruzanos.
