Opinión

Política PyMe fallida

Por Soraya Pérez Munguía

México se ha constituido como de los pocos países de la OCDE sin ningún apoyo fiscal al emprendimiento


Son 35 millones de personas detrás de los micronegocios en México que han sido abandonados y que son invisibles para Andrés Manuel López Obrador y su gobierno de cuarta.

No existe como en la mayoría de los países una agencia federal que defienda, oriente, impulse y haga crecer a este importante segmento de la Economía. Peor aún, se enfrentan constantemente al mayor obstáculo, la corrupción de los gobiernos morenistas, porque apenas se formalizan, les caen de parte de los Ayuntamientos o del SAT, inspecciones, verificaciones, además del complicado camino de la formalización, lo que no es otra cosa que una extorsión institucional.

De ahí que 66% de estos pequeños negocios se mantengan en la informalidad y 97% de sus operaciones sean en efectivo. Por eso, desde la campaña de Xóchitl Gálvez, estamos convencidos de la importancia de ponerlos en el centro de las decisiones económicas de México, y tener una política Pyme que los apoye en cada una de las etapas de su maduración.

En el transcurso de los años se han llevado a cabo esfuerzos por las diversas administraciones federales para facilitar y reducir el pago de impuestos de las micro empresas. Tan sólo por mencionar algunos están el Régimen de Pequeños Contribuyentes (REPECOs), el cual fue creado para apoyar justamente a los pequeños negocios y para las personas físicas de baja capacidad económica y administrativa. Posteriormente, el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF, creado para aquéllos que habían sido REPECOs con anterioridad), y el surgimiento del programa Crezcamos Juntos para incorporar a los micronegocios a la formalidad, el cual tuvo una gran ventaja y es lo por lo tuvo gran éxito, pues contemplaba el acompañamiento integral del IMSS, Infonavit, SAT, Sociedad Hipotecaria Federal, Nacional Financiera, Instituto Nacional del Emprendedor, Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y el Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores, entre muchas otras dependencias que de manera conjunta contribuían a un paquete de incentivos para hacer más atractivo el ingreso a la formalidad.

Recientemente, el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), que como su nombre lo indica, es una simplificación administrativa para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que no ha tenido el éxito esperado en el combate a la informalidad, porque se trata de un esfuerzo aislado del SAT, sin acompañamiento de otras instituciones, y sin ningún incentivo para la innovación.

De hecho,

Son 35 millones de personas detrás de los micronegocios en México que han sido abandonados y que son invisibles para Andrés Manuel López Obrador y su gobierno de cuarta.

No existe como en la mayoría de los países una agencia federal que defienda, oriente, impulse y haga crecer a este importante segmento de la Economía. Peor aún, se enfrentan constantemente al mayor obstáculo, la corrupción de los gobiernos morenistas, porque apenas se formalizan, les caen de parte de los Ayuntamientos o del SAT, inspecciones, verificaciones, además del complicado camino de la formalización, lo que no es otra cosa que una extorsión institucional.

De ahí que 66% de estos pequeños negocios se mantengan en la informalidad y 97% de sus operaciones sean en efectivo. Por eso, desde la campaña de Xóchitl Gálvez, estamos convencidos de la importancia de ponerlos en el centro de las decisiones económicas de México, y tener una política Pyme que los apoye en cada una de las etapas de su maduración.

En el transcurso de los años se han llevado a cabo esfuerzos por las diversas administraciones federales para facilitar y reducir el pago de impuestos de las micro empresas. Tan sólo por mencionar algunos están el Régimen de Pequeños Contribuyentes (REPECOs), el cual fue creado para apoyar justamente a los pequeños negocios y para las personas físicas de baja capacidad económica y administrativa. Posteriormente, el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF, creado para aquéllos que habían sido REPECOs con anterioridad), y el surgimiento del programa Crezcamos Juntos para incorporar a los micronegocios a la formalidad, el cual tuvo una gran ventaja y es lo por lo tuvo gran éxito, pues contemplaba el acompañamiento integral del IMSS, Infonavit, SAT, Sociedad Hipotecaria Federal, Nacional Financiera, Instituto Nacional del Emprendedor, Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y el Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores, entre muchas otras dependencias que de manera conjunta contribuían a un paquete de incentivos para hacer más atractivo el ingreso a la formalidad.

Recientemente, el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), que como su nombre lo indica, es una simplificación administrativa para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que no ha tenido el éxito esperado en el combate a la informalidad, porque se trata de un esfuerzo aislado del SAT, sin acompañamiento de otras instituciones, y sin ningún incentivo para la innovación.

De hecho, México se ha constituido como de los pocos países de la OCDE sin ningún apoyo fiscal al emprendimiento; a pesar de que con la creación de empresas (startups) se contribuye a la innovación, se activa la productividad de la economía y se crean numerosos empleos. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, las startups son parte de la solución para una economía en desarrollo, al proporcionar un medio rápido y creativo para acelerar el crecimiento de un país. Como Corea del Sur, Italia, Estados Unidos o Reino Unido donde se ha implementado legislación especial para favorecer la creación y el desarrollo de startups.

En la Coordinación MiPyMeX estamos convencidos que se requiere un régimen fiscal para las micro y pequeñas empresas que realmente haga el proceso más sencillo y asequible, con un esquema de seguridad social subsidiado, mayores oportunidades de deducibilidad, con devoluciones  y compensaciones de impuestos más expeditas, y lo más importante un acompañamiento integral por parte de las diversas instancias relacionadas. Además, generaremos un nuevo ecosistema para startups que permita incubarlas, acelerarlas y madurarlas.

Insisto, en estos meses está en juego todo; y sólo hay dos opciones. Eres indiferente al abandono al que ha sido sometido tú negocio, el que te permite mantener a tu familia;  o te inclinas por la opción que conoce tus necesidades y desarrollará las políticas y programas de apoyo que necesitas para salir adelante: la coalición Fuerza y Corazón por México.

 

; a pesar de que con la creación de empresas (startups) se contribuye a la innovación, se activa la productividad de la economía y se crean numerosos empleos. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, las startups son parte de la solución para una economía en desarrollo, al proporcionar un medio rápido y creativo para acelerar el crecimiento de un país. Como Corea del Sur, Italia, Estados Unidos o Reino Unido donde se ha implementado legislación especial para favorecer la creación y el desarrollo de startups.

En la Coordinación MiPyMeX estamos convencidos que se requiere un régimen fiscal para las micro y pequeñas empresas que realmente haga el proceso más sencillo y asequible, con un esquema de seguridad social subsidiado, mayores oportunidades de deducibilidad, con devoluciones  y compensaciones de impuestos más expeditas, y lo más importante un acompañamiento integral por parte de las diversas instancias relacionadas. Además, generaremos un nuevo ecosistema para startups que permita incubarlas, acelerarlas y madurarlas.

Insisto, en estos meses está en juego todo; y sólo hay dos opciones. Eres indiferente al abandono al que ha sido sometido tú negocio, el que te permite mantener a tu familia;  o te inclinas por la opción que conoce tus necesidades y desarrollará las políticas y programas de apoyo que necesitas para salir adelante: la coalición Fuerza y Corazón por México.