Una de las estructuras más grandes jamás vistas en el universo es una fina cadena de galaxias incrustada en un filamento cósmico gigante que gira a 240 millones años luz de distancia.
El descubrimiento a cargo de un equipo liderado por la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha sido publicado por Monthly Notices of the Royas Astronomical Society y podría aumentar el conocimiento sobre cómo se formaron las galaxias en el universo primitivo.
Los filamentos cósmicos son las estructuras más grandes conocidas en el universo, creadas por formaciones de galaxias y materia oscura con forma de hilos, las cuales forman un andamiaje y actúan como autopistas por las que la materia y el impulso fluyen hacia las galaxias.
Los investigadores encontraron 14 galaxias ricas en hidrógeno, dispuestas en una línea delgada y alargada de unos 5,5 millones de años luz de largo y 117.000 años luz de ancho.
Esta estructura se encuentra dentro de un filamento cósmico mucho más grande que contiene más de 280 galaxias y una longitud aproximada de 50 millones de años luz.
De forma sorprendente, muchas de esas galaxias parecen girar en la misma dirección que el propio filamento, mucho más de lo que lo harían si el patrón de giro de las galaxias fuera aleatorio.
Ese comportamiento desafía los modelos actuales y sugiere que las estructuras cósmicas pueden influir en la rotación de las galaxias con más fuerza o durante más tiempo de lo que se pensaba.
Las galaxias a ambos lados de la columna vertebral del filamento se mueven en direcciones opuestas, lo que sugiere que toda la estructura está girando.
"Esta estructura es excepcional no solo por su tamaño, sino por la combinación de la alineación del espín y el movimiento rotatorio. Se puede comparar con la atracción de las tazas giratorias de un parque temático", según Lyala Jung, investigadora de Oxford y una de las firmantes del texto.
Cada galaxia -explicó- es como una taza giratoria, pero toda la plataforma, el filamento cósmico, también gira. Este doble movimiento ofrece una perspectiva "poco habitual sobre cómo las galaxias obtienen su giro de las estructuras más grandes en las que se encuentran".
El filamento parece ser una estructura joven y relativamente inalterada y el gran número de galaxias también estaría en una fase temprana de desarrollo.
Dado que el hidrógeno es la materia prima para la formación de estrellas, las galaxias que contienen mucho de este gas están acumulando o reteniendo activamente combustible para formar estrellas y su estudio puede dar una visión de las etapas tempranas o actuales de la evolución galáctica.
El filamento ahora descubierto es "un registro fósil de los flujos cósmicos. Nos ayuda a reconstruir cómo las galaxias adquieren su giro y crecen con el tiempo", señaló la también firmante del estudio Madalina Tudorache.
El equipo utilizó datos del radiotelescopio MeerKAT de Sudáfrica, uno de los más potentes del mundo, combinado con observaciones ópticas del Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura (DESI) y del Estudio Digital del Cielo Sloan (SDSS).
EFE