En su mensaje de Navidad, el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, comentó que cada Navidad es una mueva oportunidad de esperanza al contemplar el misterio del nacimiento del niño Jesús.
“Cada Navidad es una nueva oportunidad para que la luz del evangelio ilumine nuestra vida y reavive la esperanza en nuestros corazones al contemplar el misterio del pequeñín, el Niño Jesús”.
En su reflexión, afirmó que la Navidad no fue coincidencia, sino que Dios se quiso hacer presencia en la humildad y quiso nacer entre los pobres para manifestar que en ellos palpita su corazón, pues Belén no es una casualidad, es una opción divina.
“Ahí donde la vida es más frágil y la dignidad parece amenazada, ahí el Seños decide hablar, la humildad, cuna de la redención nos revela que cada persona que sufre, el enfermo, el migrante, la viuda, el adulto mayor, el trabajador agotado, el niño sin oportunidades es un sacramento de esa presencia de Dios”.
Subrayó que la Navidad permite ver la pobreza y carencias de Veracruz como un espacio donde Dios se deja encontrar.
“En nuestra diócesis marcada por los contrastes de riqueza y pobreza, y profundas carencias, la Navidad nos invita a reconocer en los pobres no un problema a resolver, sino un lugar teológico donde Dios se deje encontrar y donde Dios nos está interpelando. Ahí nos espera su ternura, su fuerza y su verdad”.
Briseño Arch, indicó que en la Navidad, el niño de Belén también viene como maestro, pero sólo si la persona se deja educar y transformar por Él, pues Jesús enseña desde la vulnerabilidad, desde el recién nacido.
La luz que brilló en Belén no es un recuerdo del pasado, sino una misión que se renueva hoy.
En se tenor, exhortó a no ser indiferentes con los pobres, a defender la dignidad, a cuidar la formación de los niños y jóvenes.
“Que esta Navidad seamos cercanos a los pobres, acompañemos con mayor dedicación a los que sufren, defendamos la dignidad de aquellos que viven en las periferias existenciales, cuidemos la formación de nuestros niños y jóvenes”.
Cuando se hace del amor una forma de vida y de la educación un camino de esperanza el pesebre, la Navidad se vuelve a encender en los corazones, en las comunidades, subrayó.